Así empezó mi viaje

Esta es una historia personal. Una experiencia que me ha cambiado por dentro y sobre todo,
por fuera. Siempre fui una niña patosa, endeble, frágil en cierto modo, física y
mentalmente. Aunque lo de mentalmente fue cambiando con la vida y las experiencias,
desgraciadamente la parte física en mi nunca mejoró. Me vi obligada a practicar deportes
que no quería en educación física en el colegio. Sufrí luxaciones de rodilla en repetidas
ocasiones debido a algo llamado hiperextensión. Sin entrar en tecnicismos, estaba para
tirarme a la basura y pedir un cuerpo nuevo. 
Por el contrario, siempre tuve la gran suerte de tener un cuerpo bonito. Nunca hice nada
para mantenerlo y ahi seguia cubriéndome las espaldas. Ahora lo pienso y me siento culpable
de no haberle prestado la atención que se merecía antes, ya que juntos podremos lograr
cualquier cosa. Siempre estuve centrada en mi mente, que me ha llevado muy lejos
profesionalmente y personalmente. Mi mente nunca estuvo más sana y sin embargo, algo me
seguia fallando. Pero eso era algo que siempre tuve asumido.
Desgraciadamente, una nueva situación surgió en el mundo para la sociedad, que es la
pandemia del coronavirus, que nos ha hecho sufrir y nos ha trastornado todos los planes
que teníamos, muchos habréis perdido a seres queridos y nos ha dolido más que nunca, ha
cambiado nuestra forma de vivir y nos ha quitado muchas cosas. 
Al principio, mi salud mental se vio tornada a un estado de ansiedad y nerviosismo.
Sufría crisis de ansiedad en las que solo podía llorar y esperar que todo esto fuese una
pesadilla. No entendía como todo mi futuro para el que había trabajado tanto, todas las
oportunidades de empezar una nueva vida en un nuevo país se habían esfumado en un momento.
Veía la desgracia y peocupacion de la sociedad. Pasé noches sin dormir, creyendo que en
cualquier momento podría caer enferma yo también, con miedo y con enfado ante la situación
que vivimos. 
Lo único que consiguió sacarme de esta situación, no fueron las pastillas de valeriana de
mi madre, ni los consejos de mi pareja, ni los gestos de cariño y preocupación de mi padre
y mi hermano, fue el yoga. Y lo mejor es que ni siquiera lo supe hasta que ahora echo la
vista atrás para encontrar qué fue lo que hizo que mi vida cambiara, tan poco a poco y tan
sutilmente, pero de una manera TAN EFECTIVA.
Ha sido la mejor decisión que tomé nunca por mi misma y para mi. Recuerdo el primer dia que
seguí una clase online aleatoriamente en Youtube en la que acabe mareada y cerrando la
ventana a los 20 minutos. Pase del tema, no me gusto nada, me resulto super pesado y mi
forma física era pésima, no podía hacer ni un saludo al sol sin marearme. Pero sin saberlo
algo en mi despertó, y hoy no tengo muy claro el por qué pero pensé que debía continuar,
y lo lleve a mi terreno. 
Me meti en Pinterest y busqué: “Yoga principiantes”, a lo que encontré miles de pins de
yoga flows que empecé a practicar a mi ritmo, concentrandome en las posturas. Al principio
no podía doblar mi espalda lo más mínimo, me sentía atrofiada, como si hubiera estado
sentada en una silla años sin moverme, que es exactamente lo que hice mientras estudiaba
mi carrera, pero pensé en seguir para notar resultados, total tampoco tenía absolutamente
nada que hacer y era un tiempo en el que me entretenía. Al principio mis piernas temblaban
como un chihuahua y sudaba como si me acabara de duchar en un máximo de 10 minutos diarios,
de los que luego lo único que sacaba eran agujetas y dolor de cuello, o eso pensaba yo
entonces. 
Pero total, si tampoco tenía nada que hacer, decidí continuar, y algo mas interesada
comencé a investigar más sobre el yoga, los tipos de yoga y que es lo que prometía cada
uno. Un deporte que proporciona relajación y estiramiento, eureka encontré lo mío: el Hatha
Yoga. Me meti en IBooks y descargue el primer libro de posturas de Hatha Yoga gratis que
encontré para principiantes: Yoga 40 exercises for beginners. Empecé a leer la introducción
en la que hablaba de conectar tu cuerpo con tu mente, controlar tu mente con tu cuerpo y
viceversa, como si fueran dos cosas distintas, y no un mismo bloque, cosa que yo antes
nunca había considerado. Así empece a practicar las posturas tranquilamente sin ojos que
me juzgaran en mi habitación, cada dia mas tiempo, y más posturas. Ya que todo viene super
bien explicado, eso sí en inglés, me tomé mi tiempo en entender el proceso para cada una,
ya que muchas ya me sonaban de haberlas visto en pinterest.
Con el tiempo consideré que necesitaba un poco de guia en mi proceso. Al fin y al cabo
estaba yo sola en mi habitación sin saber si lo estaba haciendo bien o qué ritmo seguir.
Así que por recomendación de un amigo, empecé a ver los videos de la que hoy es mi Gurú
del Yoga y mi inspiración: Xuan Lan. Con ella aprendí que la meditación es esencial en la
práctica, que la respiración debe ser controlada siempre y que no debía tener miedo a
poner retos a mi cuerpo porque es muy capaz de cumplirlos todos. Y así a lo tonto, un dia
me vi haciendo un headstand como si nada bajo sus instrucciones, y casi me caigo de la
alegría que me dio verme boca abajo sin poder creerme lo que estaba haciendo. Cada paso
que das es un triunfo y un motivo de celebracion, por muy pequeño que sea.
Y sin darme cuenta fui cambiando, mi mente estaba serena, comía bien, dormía bien, estaba
feliz, sentía paz. El confinamiento seguía ahí, pero ya no controlaba toda mi vida porque
ahora el yoga nadie podria quitarmelo.
Se que es difícil de creer, porque yo no me lo habria creido si me lo dijeran dos meses
antes. Por primera vez me siento fuerte, sana, siento que mi cuerpo y mi mente se comunican
en dos direcciones. Siento que puedo hacer todo lo que quiera y que no debo tener miedo
porque yo misma no me voy a dejar caer si me sostengo en equilibrio. Se que yo misma no me
voy a hacer daño en una rodilla con un mal movimiento, porque mi mente controla lo que hago,
y mis músculos la escuchan y se mueven como quiero por primera vez en la vida. 
Todavía me queda un largo camino por recorrer que felizmente me llevará toda mi vida,  ya
que no hay límites en todo lo que puedes conseguir cuando estás en armonía. Pero espero que
compartir este camino desde el principio haga que la vida de mas personas tambien pueda
cambiar y que despierte interés y paz en las personas que se impliquen en el proceso, ya
que es simplemente una aportación en tu vida, que no te resta nada, y hay pocas cosas hoy
en dia de las que se pueda decir eso.

Bienvenido a mi blog de yoga, de una principiante a otro principiante, y como siempre, 

Namaste
Marta

Comentarios

  1. Me ha encantado el artículo!!! Muchísimas gracias por compartir tu experiencia. Yo llevo años queriendo empezar con el yoga pero me pasa como a ti al principio. Voy a una clase y me siento el único palo ... la flexibilidad no es lo mío! Peor me has motivado a intentarlo de nuevo. Gracias!!!

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    1. Hola Nuria, muchisimas gracias por tu comentario, me encanta saber que esta iniciativa ayuda a otras personas a empezar con el yoga. El yoga no es hacer posturas complicadas ni imposibles, sino hacer progresos realistas que tu puedas mantener a largo plazo. Mil gracias por compartir tu experiencia! Un saludo :)

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